martes, 11 de diciembre de 2012

Reino salino



La oceánica pareja real contaba los aguinaldos dejados por las corrientes ecuatoriales. Ajenos a la mudanza, seguían tomados de la mano, sabiendo que su voluntad se cumplía desde los tiempo en que el hierro era liquido.
Indescifrables voces llegaron un día, y la tristeza del reino toco fondo. Fueron tiempos de agonía. Emboscadas de sal hicieron que los cardúmenes migraran a las grutas del caribe. 

Entonces, como ocurre siempre cuando la amargura acumula su grito, la reina quitó sus vestiduras y enseñó sus escamas doradas y con dulce voz anuló el desastre, apaciguando su reino. El rey, orgullosos de tal hazaña ejerció su voluntad soberana: todas las olas llevaran la sal disuelta hasta depositarla en tierra. 

La reina no canta desde ese entonces y el tributo del silencio se lava con el olor de las algas.

Sergio Astorga
Acuarela/papel 20 x 0 cm.

10 comentarios:

Myriam B. Mahiques dijo...

Tengo tantas situaciones políticas que me afectan el día de hoy, que estoy relacionando tu micro con los problemas actuales de mi país. Creo que debiera volver a disfrutar la imagen y releer el texto con la mente en blanco o casi.... Un abrazo,

Sergio Astorga dijo...

Myriam, son tiempos de agonía. Yo no sé que sal me llevaré ni que ola será mía.
Leamos despacio, que si hay vida antes de la muerte.

Abrazos soberanos.

Susana Camps dijo...

Ese tono mítico y elíptico, trenzado con palabras de orfebre, nos deja muchas posibles interpretaciones.
Me ha gustado mucho, Sergio.
Abrazos

Lola MU dijo...

Los cuentos más bonitos siempre tienen un elemento terrible...la voz y el canto a cambio del salario....
¿es algo alegórico?
Un abrazo Sergio y que no falte la alegría.

Sergio Astorga dijo...

Susana Camps, un gusto que se te haya antojado venir.
Los puntos a unir por el lector siempre son los mas importantes.
Me gusta que las palabras suenen es como cantar a quien te lee.

Abrazos a golpe de mar.

Sergio Astorga dijo...

Lola MU, el intercambio siempre tiene sus bemoles y sus silencios.
Su lectura me ha abierto esa interpretación que mencionas.. Tal vez el inconsciente colectivo. Como sabes aquí en Portugal es la ruina absoluta y mira que cuesta creer en los absolutos.

Abrazos contantes y sonantes.

Alicia Uriarte dijo...

Sergio, deseemos que las huellas de lo que está aconteciendo en nuestros mundos salinos se borren al igual que el mar, ese pastor del azul infinito que mece nuestros corazones para la vida, borra las huellas que vamos dejando por la arena.

http://www.youtube.com/watch?v=m13hKbg5KD8&feature=player_detailpage

Una brisa marina.

María Eugenia Mendoza dijo...

Imposible desligar política de expresión artística, por lo menos para los artistas congruentes y tú lo eres, querido Sergio.
Los sacrificios en la vida real, sin embargo, no vienen de ningún personaje de la rancia realeza sino del pueblo, ese pueblo que ya no sabe cómo mitigar el rancio sabor de la amargura.
Un abrazo silencioso.

Sergio Astorga dijo...

Alicia, todo cambia, se transfigura. Nuestra consciencia vuela.
Los derrumbos del mundo han sido y serán depositados en tierra.
Transformemos el entorno con aire fresco.

Abrazos con la marisma.

Sergio Astorga dijo...

María Eugenia, por desgracia los reyes y los dioses, vamos los tan celebrados poderes facticos, siempre han creído que resuelven.
Me ha gustado que la lectura del texto lleve esas connotaciones políticas, que nos desintegran.

Abrazos de zoon politikon