Hay tardes que de tanto amarillo el sol se acurruca. Hoy me permito invitarlos a entrar a esas Tardes Amarillas hecha revista que en su número 46 aparece una entrevista y un puñado de imágenes de mi trabajo como tlacuilo.
Gracias a los editores a Antonio Cruz y a Verónica Sotelo que generosamente abrieron la Tarde para este abarrotero.
Los invito a leer y si la noche no llega, si ustedes lo quieren así, a comentar.