Ellos querían la gloria con todo y su tedio. Nacieron de mujer; de ese vientre simbólico que llevan en la frente. No tuvieron virtud pero sí mucha razón de querer sin freno. De cuando en cuando un recuerdo de su tierra de Santa María, una glosa a su padre muerto y estudios inciertos en la Universidad.
Ellos se pasaron la vida sin esperar arriba y tuvieron el buen tino de desaparecer con la frescura en la cara.
En buena verdad, somos ellos.