"Ya nada los detiene,
ni la promesa de mi canto
ni las bondades de mi carne"
Javier Perucho
Nacida en el lago Titicaca y con permiso de Pachamama y de Sirinu. Afina su charango, por eso los hombres llevan sus instrumentos a la vera del lago para que los afine, de día y por mañana ya que pueden ser devorados en un acorde.
A la llegada de los españoles, que no hablaban Aymara, confundieron las apariciones y llevaron vihuelas, que al tener menos cuerdas enfurecieron a las sirenas, dejándolos sordos.
Los tiempos se confunden porque charango viene del Aymara: chara: pierna y anku: nervio, o sea, era un instrumento de arrieros, no de marineros.
Los avistadores contemporáneos no se ponen de acuerdo si es benigna o maligna pero las bondades de su agudo oído es irrefutable.
Fotografía: Calle Apolinar Jaén 711. La Paz Bolivia.