Vemos por fuera
y se nos moja la mirada.
¿Tu podrías contener el deseo de entrar?
El escaparate
tiene la seducción a flor de vidrio.
tiene la seducción a flor de vidrio.
Se te mojan los dedos.
Te quebrantas.
Capilar es nuestra evidente confusión.
No hablemos de manos.
Ni de lugares.
Difícil dar la espalda.
No adherirse.
Despegarse.
Al fin de cuentas la transparencia
es sólo estrategia de la entrada.
Fotografía: escaparate na Rua dos Clerigos. Porto, Portugal