El Sr. Ulalá tuvo la letra U como única corazonada de su existencia. Upala, su tía le urgía para que encontrara una Úrsula mujer como esposa. Marchó a Uruguay porque le dijeron que las Úrsulas eran originarias de la pampa. No era cierto. Viajó a Ucrania, Uzbekistan y a Ulán Baator, sin resultados. Compró ungüento de sábila. Comió kilos de uvas con semilla y sin ella. Tuvo que realizarse un ultrasonido por problemas con la uretra.
Fiel a su utopía, ulula sintiéndose universal.