La hidra negra creció con su botas para pisar la tierra. Los maderos escapan del altar y en la fría república las sombras retorcidas la envuelven.El silencio en secreto se lleva los mensajes a la cueva del lobo.
El pensamiento refulge en el espinazo del mar y en las bodegas subterráneas han ocultado al astrolabio.
La mueca es fría como hueso blanco sin médula.
Se escucha a lo lejos el requiem en tibias voces.