- Usted perdone. ¿Es alfarera?
- Soy lenguaraz.
- Casi lo mismo.
- Guardo mi soledad en mi pocillo.
- Un ripio a tiempo y tan vulgar.
- Solitaria y a mucha honra. Viajo sin despedida.
- ¿Usted es familiar del desalmado Ortega?
- No soy tan lista. Me quedé en la primaria. Sin pasión y
sin pecado. Soy una chica sin alcoba.
- Bueno, no dar el alma no es asunto menor. Encontrar la
salida no es cosa de merecer sino de constancia.
- Voy a escribir mis memorias.
- Usted es pasada de moda. No tienen tacones lejanos.
- Bueno, acepto. Soy casi usted.