voz pulmonar de la mañana.
Continente de árbol se levanta
en el morado rostro planetario.
Tintas aguas de la misma tierra:
heroico manantial de los truenos.
Sangre vegetal de los espejos
bajo la melodía tonal del aguacero.
¡Himno tropical del amarillo!
dame la fuerza del encino,
del sexo solar los viejos brios
y de la memoria mineral
los vientos fríos.
No quiero el grito Siena del trigo,
ni el brillante trono de los trinos;
ni la escama dorada del pez,
ni la sed de tu cuerpo ciego.
Tintas aguas de la madre verde,
por el musgo voraz de tus lunares,
rodeo el barro rojo de tu sueño
y el sabor salino del follaje.
En tintas aguas de la blanda tierra
deja morirme en tu memoria,
y por siempre quedarme prisionero
en el alado verdor de la piedra.
Sergio Astorga
Acuarela/papel 38 x 58 cm.