Con la alegría y buena disposición de todo Abarrotero les deseo a todos los que se encuentren leyendo estas líneas y a todos los ausentes que quisieran y por diversos motivos vitales o fatales no lo pueden hacer, que tengan una suculenta cena que mitigue en lo que se pueda los malestares del ánimo y puedan reconciliar el tranquilo sueño del justo.
Mis mejores deseos siempre para su mesa y para su mente.
Sergio Astorga