viernes, 15 de noviembre de 2013

Apertura Pabellón 3


Todas las inauguraciones tienen el sabor de la incógnita. Se levanta el ánimo y no cesa de preguntar la hora. Como un cuerpo de muchas manos un frio nos corre por la sangre. Nunca se sabe si esa multitud de ojos podrán detenerse a mirar. Nunca se sabe si la indiferencia crece y crece. Una fortuna si alguien se detiene a conversar con lo que ve.

Es impalpable ese mundo. La jerarquía de los sentidos sustenta esta otra arquitectura y todos los que estamos exponiendo nos miramos las caras confundidos.


Son las alternancias de lo vivo. El espacio se colma de presencias y el rio Tejo sigue su rumbo, impasible.