- Hay un calor que dan ganas…
- ¿Quieres vino?
- Bueno… está caliente como la sangre.
- Crucemos el puente y sentémonos en la sombre de ese árbol.
- ¿Le has dicho?
- A quema ropa.
- ¿Y que te ha respondido?
- Sólo
me miró con esa mirada difunta.
- Esa mujer está seca. Polvo estéril. No te preocupes.
- ¡Ese dinero es mío!
- Dalo por perdido.
- ¡Nunca! Sé dónde lo
guarda.
-¿No pensarás…?
- Lo tomamos y nos vamos. ¿Matarla?... Si ya está muerta en
vida. Sólo quiero lo que es mío.
-¿Palabra?
- Palabra.
Sergio Astorga
Tinta/papel