Pasando el río, dijeron, se encuentra la frontera. Duele cuando se recuerda. Resistieron. Se les veía manotear. Boquear. Bracear. Los altavoces, como trompetas de Jericó, desquiciaban. No importaban las plegarias, ni las suplicas, ni el miedo, ni el cansancio, sólo ese punto fofo del otro lado del río. Cuando cruzaron, ni una palabra entre ellos. Cada quien buscó sus pasos.
390. Karla Barajas (México)
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Karla BarajasEspectáculo de lo decadente El anciano subió al columpio,
con desgano y tristeza, callando el dolor en la espalda y rodillas, para
que en l...
Hace 17 horas.