Pasando el río, dijeron, se encuentra la frontera. Duele cuando se recuerda. Resistieron. Se les veía manotear. Boquear. Bracear. Los altavoces, como trompetas de Jericó, desquiciaban. No importaban las plegarias, ni las suplicas, ni el miedo, ni el cansancio, sólo ese punto fofo del otro lado del río. Cuando cruzaron, ni una palabra entre ellos. Cada quien buscó sus pasos.
ENTREVISTA en la revista digital EL COLOQUIO DE LOS PERROS
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Muy agradecida a Juan De Dios García por esta oportunidad que me brinda de
poder hablaros de *Mar de fondo* (Jekyll&Jill, Zaragoza, 2025) en la
estupend...
Hace 2 días.
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