La geografía vuelve con su verde en el resplandor de las alas de los ángeles. Solos en su batalla húmeda de olvido, buscan el nombre de los muchos cuerpos que perdieron las alas; que cayeron y no se han levantado
En los muros del mudo el cielo se pinta de pradera.
Explicarlo, carece de sentido.
Abril ha llegado.