Desde las profundidades de la tierra, el petroglifo apareció intacto. Se recuperó en verano. Desde entonces la realidad se encuentra en una vitrina. Los sorprendidos visitantes lo miran y exhalan simpatías prehistóricas. Las historias marinas y los atlas náuticos, inútilmente siguen su rastro.
Aquí su imagen, si alguien ha seguido sus nados pueden enviar su historia antes de que llegue la ola del olvido.