Mañana cristalina,
aurora del agua
suenan los ríos a tu paso.
Del Duero al Danubio
tus lunas se bañan.
Limonada nocturna,
el aire corona
tu sonrisa binaria.
Los números primos,
los números nones,
alcobas azules
al hombro de girasoles.
El porte de Porto
camina por Viena,
matemático espejo
de cielo garboso.
Un vals,
impio y sonoro
se fija en el muro.
Rumores de ciencia
trabajan el día.
Pasaran las horas
entre rojos castillos;
por pensativas tardes
sonaran campanas.
Aquí,
a la sombra del olmo,
ondas de luz para
tu cuerpo de agua.
Sergio Astorga.
Tinta china/papel 20 x 50 cm