En el próximo otoño
el poema gira
en su propia redondez
como un vientre de frutos bermejos.
Luce la perfección natural
de su círculo.
El día todavía no tiene pecho,
por esos seguimos
el contorno de la voz en los versos.
Es tangible.
Como el vientre crece.
Congruente.
Como el aire entre nosotros.
Texto que gira en el dibujo de Ivone Mendes da Silva.