Entre los tejados se acariciaba su cola con esa lujuria
propia de los gatos. Acróbata, preñaba incansable la imaginación del que lo
mira. Así es la tormenta que se vive en la selva urbana. No lo niegues. Te he
visto rondar la fiereza por tus ojos. Vocalizas
sin tregua como mártir amorosa y resplandecer hirsuta con la melena suelta.
Te confieso que todas estas noches sin sueño subo al tejado
y espero. Espero largas horas la llegada de los gatos. Los observo y poco a
poco siento que te voy conquistando.
Sergio Astorga
Tinta/papel 20 x 30 cm.