
Este Abarrote no puede estar tranquilo con la cortina levantada mientras se fragua la represión informativa. Este Abarrote eleva, cuelga, difunde su protesta por el atentado represor a la periodista Carmen Aristegui que ha demostrado una actitud ética y unos tamaños que empequeñecen aún más a los detentadores del poder. La democracia por desgracia vuelve a estar de luto.
Sergio Astorga