viernes, 8 de enero de 2016

Desengaño


Esperábamos que cayeran.
Expectantes nos acomodamos en el sofá.
Entusiastas las vimos bajar a buen compás.
Entristecidos nos marchamos.
Sólo dos lágrimas después de tanto dolor.
Es un fraude.

Fotografía: Por las Ruas de Porto, Portugal.