miércoles, 24 de enero de 2018

Errar de día


Penetrar en la lenta mano del olvido es como retocar de bulto el espacio entre ellos. Vagar por las calles, lo supe siempre, es dar alimento a esta visión de peregrino. A ese calamar que habita en el cerebro; a ese guardián que nos espera en la ventana. 
Los herrajes, si tienen herrumbre, se conservan mejor en la mirada.

Fotografía: Rua de Atafona, Porto, Portugal.