El agua corre inmemorial siempre a ahora. Incorruptible en su sonido. El sueño del agua son sus gotas a chorro.
Los ojos beben, se mojan.
El sol se levanta para unirse al movimiento. Mis ojos lo palpan y en silencio discurren fascinados. La celebración nos llena los pulmones.
Somos pocos.
Fotografía: Marienplatz, Fischbrunnen. Múnich, Alemania.