viernes, 5 de febrero de 2021

Por el azul de la tinta

 


Un día después, le bajaron la luna y los mares del sur. Sin embargo, esas promesas estaban en papel escritas con tinta azul que ya no vale nada. Esa decepción cercenó los próximos amaneceres. Una Julieta más entre nosotros, pensamos. 

No hay salida cuando no se sabe nadar en la tina. Cada noche es el mismo nombre, anónimo y vacío. El ronquido de Romeo ya no levanta sábanas ni sus cristales están de moda. La cerveza fría y el vino caliente mecieron la cuna de los enamorados. Hoy el lloro es fácil. Las tías sacuden los ramos, baten palmas. No funciona, nada sirve. La ruleta de los besos chulos está averiada. La navaja de afeitar sin filo. El difícil arte del amor anda sin locura, el reloj empeñado y la ropa interior sin lavar.

Antes se moría por ella, ahora se muere por un gato. 

¡Ay de mí! dicen las rancheras. Quería un micro de lujo y veo que es mejor ir a jugar billar, por si algún día tengo nietos.