Una mañana doméstica con el horizonte circular a la entrada, los calcetines eran secados al sol y doctoral, el jefe de familia daba los últimos retoques a un par de girasoles de su jardín.
Desde la llegada de la harina de trigo, las formas redondas comenzaron a invadir los lunes; los martes la familia volvía a su estado cuadrangular, hasta que la trenza de Mariana, se enredó en una dona cuando tomaba su champurrado, ahí comenzó la transformación, sin gritos, así como pan horneado, las semanas transcurrieron redondeadas.
La familia Rueda comenzó su nueva y continúa vida, curvando sus sentimientos hasta convertirlos en puro corazón.
Examinando su suerte, la familia Rueda decidió usar sombrero para dar a su perfil el señorío de antaño, cuando el buen humor era vertical y estéril.
No tienen problemas en los desplazamientos y pueden dormir por varios días sin sobresaltos, solo dejan rodar el sueño por la pendiente del cansancio. Cuando despiertan, sólo se balancean a la derecha o a la izquierda y un movimiento continuo los anima.
Por eso los girasoles en las mañanas domésticas, buscan los curvados rayos del sol para para que la familia pueda disfrutar de un estar redondo.
Sergio Astorga
*Un día como hoy, cinco de enero, la familia Rueda, alrededor de una rosca de reyes, se acuerda de cuando su sonrisa era como su cuerpo.
Acuarela sobre papel 20 x 30 cm.
Desde la llegada de la harina de trigo, las formas redondas comenzaron a invadir los lunes; los martes la familia volvía a su estado cuadrangular, hasta que la trenza de Mariana, se enredó en una dona cuando tomaba su champurrado, ahí comenzó la transformación, sin gritos, así como pan horneado, las semanas transcurrieron redondeadas.
La familia Rueda comenzó su nueva y continúa vida, curvando sus sentimientos hasta convertirlos en puro corazón.
Examinando su suerte, la familia Rueda decidió usar sombrero para dar a su perfil el señorío de antaño, cuando el buen humor era vertical y estéril.
No tienen problemas en los desplazamientos y pueden dormir por varios días sin sobresaltos, solo dejan rodar el sueño por la pendiente del cansancio. Cuando despiertan, sólo se balancean a la derecha o a la izquierda y un movimiento continuo los anima.
Por eso los girasoles en las mañanas domésticas, buscan los curvados rayos del sol para para que la familia pueda disfrutar de un estar redondo.
Sergio Astorga
*Un día como hoy, cinco de enero, la familia Rueda, alrededor de una rosca de reyes, se acuerda de cuando su sonrisa era como su cuerpo.
Acuarela sobre papel 20 x 30 cm.