sábado, 28 de agosto de 2010

Jaguar

Hace cuantos Jaguares que no nos vemos.
Ya lo olvidaste...
Tienes las patas rotas, eso es?
Un día sabrás que las hormigas

que rondan por tus ojos no están disecadas...
Por el mundo hay un desvelo de iguana,
esa que no pudo ser cocodrilo,
por sus lagrimas te lo digo.
Has llorado últimamente?...
Tu no lloras, tienes ya demasiado musgo en los párpados...
En este pedernal que tengo frente a mi, me acuerdo de ti.
Sin lamentos, sin angustia de oprimidos rojos,
ni los marfiles helados de tus indirectas me hacen lamentarme.
Me acuerdo de ti como de la tuna que tatúa al nopal de sus caimanes...
Me acuerdo de tu disfraz solar desesperado.
Te sentaba bien.
Te veías como el anís
y emborrachabas como el aguardiente.
Como reímos cuando una de tus garras se atoró sordomuda
en esa mulata noche bajo la luna de capricornio...
Ya lo olvidaste?...
Acaso olvidaste los huesos que enterramos juntos
y el vomito del día.
Esta garra también fue mía,
y perdido entre las piedras que me esculpen
busco al trópico farmacia.
Una zarpa de saliva se me atora...
Y tu que no dices nada...
Voy a volver con los astros muertos
y voy atacar el refugio de mi lengua...
No quiero que vengas...
La selva esta encendida
y en la copa de los árboles duermen los monos.
Quédate a lamer tus heridas,
a dibujar tu eclipse peninsular...
Ya lo olvidaste?...
Yo fui jaguar
y de ceniza son mis manchas,
y con el rabo del ojo dejo mi hulla en esas rendijas de tristeza...
No vengas...
Voy a gruñir.
Sergio Astorga

Acuarela/papel 20 x 30 cm.