domingo, 31 de enero de 2016

Amanece lloviendo en Oporto


Amanece lloviendo en Oporto con la fría neblina de los imposibles encuentros con la distancia. Los timones están quietos y es inquebrantable las ganas de salir por el hueco de la otra mañana cuando eran las diez y la casa estaba amueblada por ese gran amor a los cielos de Oaxaca o de Durango o de Los Álamos. A penas se camina se subrayan las astas del viento y el codo rugoso del agua.

Fotografía: Ribeira, Porto, Portugal.