Que la dicha tiene un tamaño
con un batallón de hormigas
tallándose las patas en el borde del agujero.
Todos lo saben… Se tiene memoria.
Que de un hombro a otro hombro
se tensa el brazo de la sombra
cuando lejos se atisban los cansancios.
Ya lo sabias… Te lo contaron.
Que de la hora a los minutos
se escriben los párrafos a mano
con geométricas palabras de madera.
Ya perdiste la cuenta… Me lo han dicho.
Que del fuego caído se hace mundo
y los roedores de colmillos telúricos
quiebran los huesos afilados del oráculo.
No te escondas… Te acompaño.
Sergio Astorga
con un batallón de hormigas
tallándose las patas en el borde del agujero.
Todos lo saben… Se tiene memoria.
Que de un hombro a otro hombro
se tensa el brazo de la sombra
cuando lejos se atisban los cansancios.
Ya lo sabias… Te lo contaron.
Que de la hora a los minutos
se escriben los párrafos a mano
con geométricas palabras de madera.
Ya perdiste la cuenta… Me lo han dicho.
Que del fuego caído se hace mundo
y los roedores de colmillos telúricos
quiebran los huesos afilados del oráculo.
No te escondas… Te acompaño.
Sergio Astorga