martes, 20 de septiembre de 2011

Regreso al Puerto


Me detengo aquí, de nuevo agua.
La misma desnudez fria que se mueve.
El mismo sabor a piedra y a gaviota.

¿Qué ciudad es la nuestra,
la que queda atrás o la que pisamos?

Aquí ya no hay grandeza, han derrumbado las velas
y todos lo marineros antiguos se han ido ya de shopping.

Buscaré los placeres diminutos, cuidadosos, del destierro.
El perfume de la memoria abrirá sus portones
y el tráfico inédito de los días
quedará prendido en las hojas de la begonia.

No hay tristeza vulgar en las noches, no,
ni el vino ha perdido su coraje,
es sólo ese olor a podrido que llena,
sofoca, aturde lo que quiso ser brillante.

Si alguna vez encuentras Ítaca
y te es grato estar de pie
es una suerte que sólo tienen los audaces.

Ven por mi. Si quieres.
Sergio Astorga

Acuarela/papel 56 x 76 cm.