Andamos volando bajo por los maizales, y la nopalera se
queda mirando con esos ojos de tuna que espinan de tan dulces. El caporal me
dijo que mi raya no alcanza p'a pagar la deuda y mira que le he dado duro al
azadón. No más por el verde que miro por el campo me quedo, si no me iría a los
estates, con la Juana, pero ya ves, aquí me quedo atarugado con esta aflicción
de no saber p'a que vino uno.
Sergio Astorga
Tinta/papel 20 x 30 cm.