lunes, 27 de mayo de 2024

A la mar

 


Navega, danza  y fornica con la mar.

Desde el palo mayor la vela espera ese aviso del cornetín para empezar a trajinar. Las aves por la proa y el diablo en la popa con su comitiva prepara la lavativa para los marineros boca abiertos. Faltan escaleras y sobran cuerdas.

 

¡A embarcarse miradores!.

 

Desde el cielo las risas de las gaviotas llenan de espuma la cubierta y el capitán se equivoca de ruta y su corazón se llena de tierra.

Nadie dice adiós a los jinetes del mar.

Las bahías se inundan de golfos y los helechos se alimentan con los huesos nocturnos.

Al final la luz de la mañana desfigura el viaje y las horas giran locas en la brújula.

Adiós marineros que el desierto de agua te espera.

Las letras M y B te cortejan.