Alguien llegó sin academia contando con sus dedos la distancia que lo separa del hoy y del mañana. El silencio se revolcó y desde entonces, todos saben que el universo sabe a féretro.
Es lindo saber que la gravedad en jueves se pone a la mala. La función del purísimo tiempo jamás tuvo tanto apetito de proteína humana.
El lunes ya llega y ya no encuentra a nadie.