Siempre desdeñosos los comentarios hacia su persona. "De muerta" la calificaba Nebrija, de "inútil" Mateo Alemán. "Antipática y "antiespañola" la malquería Miguel de Unamuno.
Ella grita, vocifera y se incomoda. La encontré deprimida. La arropé, la mantuve ortográficamente activa. Vive en casa desde hace algunos meses. Ya repuesta, por intuición, le he dado a leer la obra de Kafka, reconciliada, ahora sabe que tiene un lugar sonoro indiscutible.
El kikiriki del gallo también la reconforta. Tengo kilogramos de regocijo.