El Sr. Malevich, se construyó a sí mismo. Él era su propio laboratorio, Íntimo, buscaba siempre una cuarta dimensión. Teósofo por vocación, no quiso fracasar y perder su espíritu. El manifestaba su metafísica. Trataba de trascender, no de abstraer la realidad. Buscaba el absoluto. Su última consecuencia. Radical de hábitos, se fue a la tumba en un negro sobre negro.
Tenía razón, el absoluto no se representa. Dejemos el espacio en blanco.