Cuando regresó del psicólogo tenia girando dentro de su
cabeza dos posibles dictámenes.
El engrandecimiento de su autoestima hasta el
grado de la adulación fue el primero. La acumulación de convicciones fallidas
hasta el grado de la glotonería fue el segundo.
Durante tres semanas la vacilación se aglomeró, hasta que
bonete en cabeza, decidió elevarse para la fascinación de los lectores.
Sergio Astorga
Tinta/papel