Bajo el puente, el hombre Diógenes, se petrifica como la mujer de Lot. El río sigue su curso indiferente a la luz de los pensantes. El día como el acero, deja suspendida la visión como esa monótona letanía de que todo pasa. La luz es tan limpia que guardamos en la memoria ese rostro que sólo tiene vida cuando se detiene. “Aquí estamos” nos decimos, para unir la voz con el silencio.
CHISTEFICCIÓN
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Cuento chistes malos ante la estupefacción de amigos y familia. No lo puedo
evitar. Son tan malos que me río yo solo. Aprovecho para desearos feliz
Seman...
Hace 12 horas.