Bajo el puente, el hombre Diógenes, se petrifica como la mujer de Lot. El río sigue su curso indiferente a la luz de los pensantes. El día como el acero, deja suspendida la visión como esa monótona letanía de que todo pasa. La luz es tan limpia que guardamos en la memoria ese rostro que sólo tiene vida cuando se detiene. “Aquí estamos” nos decimos, para unir la voz con el silencio.
SANTA POLA
-
Hemos perdido la capacidad de no hacer nada y de deleitarnos con la simple
observación. Las vacaciones se han convertido en un estresante periodo de
mal...
Hace 1 día.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario