domingo, 2 de noviembre de 2008

Calaca Bloguera


La noche quiere sus mantos
de cibernéticos cantos,
y un poco de alma se enturbia
con sentimientos binarios.

Las fronteras del espacio
en Google quedan marcadas.
La guadaña tiene su historia
en Wikipedia asentada.

Los huesos son su teclado
y un suspiro de futuro
en disco duro archivado.
Ya sin azul en los ojos

y la fatiga editada
no le valió ser bloguera
y se murió desdichada.
Vuela vuela palomita

y diles a los blogueros
que se anden con cuidado
que a la parca no le importa
el perfil bien redactado.

Aquí yacen sus despojos,
y por andar con
Antojos,
se quedo muy quietecita
con el silencio en los ojos.
Sergio Astorga