Espero que la cucharada del tiempo llegue para beberlo y las cacerolas con sus caras blancas se quiten el frac para bailar unos instantes con los corazones partidos por el centro.
Aquí te espero, con el rabo del ojo, con la sangre abultada, esperando tu traición a tiempo, exacta, desteñida por el salitre de tu alfabeto.
La tierra eructa sus geologías; tiempo para golpearnos la frente con nuestro propio limo.
Algunas muchachas traen monedas de cobre en sus bolsos y algunos gatos apuñalan la misma muerte en los tejados.
Aquí te espero, con el tuétano temporal de las heridas, en el ángulo impasible que hace esquina.
Sé que no se puede mezclar el tiempo cuando los insectos caminan extraviados y los rebaños de minutos no caben ya en los libreros.
Cuando el tiempo huele a cementerio, no duerme nadie, ni el olvido se refugia, ni el musgo crece.
Aquí te espero, engordando mi esqueleto a cada hora, hasta que reviente de tanto fermentar el vomito del tiempo.
Con tiempo, todo a su tiempo.
Sergio Astorga
Aquí te espero, con el rabo del ojo, con la sangre abultada, esperando tu traición a tiempo, exacta, desteñida por el salitre de tu alfabeto.
La tierra eructa sus geologías; tiempo para golpearnos la frente con nuestro propio limo.
Algunas muchachas traen monedas de cobre en sus bolsos y algunos gatos apuñalan la misma muerte en los tejados.
Aquí te espero, con el tuétano temporal de las heridas, en el ángulo impasible que hace esquina.
Sé que no se puede mezclar el tiempo cuando los insectos caminan extraviados y los rebaños de minutos no caben ya en los libreros.
Cuando el tiempo huele a cementerio, no duerme nadie, ni el olvido se refugia, ni el musgo crece.
Aquí te espero, engordando mi esqueleto a cada hora, hasta que reviente de tanto fermentar el vomito del tiempo.
Con tiempo, todo a su tiempo.
Sergio Astorga
Tinta china 20 x 30 cm.
20 comentarios:
¡Ay! querido Sergio, que sí, que la Pachamama eructa cansada y la sangre se abulta. Tienes imágenes, de palabras, bestiales y otras tan tan tiernas. Me gustaron mucho los rebaños de minutos. Del dibujo no te hablo, sabes que me vencen tus blancos y negros.
Un abrazo a tiempo.
Tanto un trabajo (el literario) como el artístico merecen un aplauso.
Saludos!
El tiempo corre a nuestra contra...¿o somos nosotros, pobres mortales engreídos, los que corremos contrarios a él?
Un beso querido artista
Me encanta ese reloj.
¡Ay, el tiempo! que vive su vida al margen de la nuestra y es nuestra pesadilla.
Estornuda la tierra sin querer y el tiempo entero se dilapida por casualidad... Resulta monstruoso.
Mi enhorabuena por tus versos, Sergio. Me quedo con este par:
"Cuando el tiempo huele a cementerio, no duerme nadie, ni el olvido se refugia, ni el musgo crece".
Duele la realidad de tan caprichosa. Abrazos para el amparo
¡Oh, Sergio, qué bonito el dibujo de tinta china! Me encanta.
Y las palabras tienen tanta fuerza que ni el tiempo podrá con ellas.
Un abrazo reloj en mano.
Sergio, en esa imagen yo veo muchos tiempos. Para empezar veo el tiempo del esfuerzo y el trabajo, representado por el reloj de la espalda. Luego observo el tiempo de los sentimientos en ese reloj tan próximo al corazón. El siguiente corresponde a los momentos de descanso para tomar el necesario sustento, seguido de los de la fecundidad. Por último está el tiempo de echar a andar para no perder el rumbo. Todos los tiempos de esos relojes se ponen en marcha desde el mecanismo que has pintado en el cerebro, pieza clave de todo el engranaje. Me ha encantado la pintura.
¡Por cierto todavía no sé si te gusta Dalí! A él le gustaba también representar relojes. Me encantan sus “Relojes blandos”.
Con respecto a la poesía, creo que el tiempo va poniendo las cosas y las personas en su sitio. Cada uno va haciendo su propio autorretrato con sus actuaciones. Yo no esperaría más. Pondría en marcha el último reloj y seguiría el rumbo.
Gracias por regalarnos tu buen tiempo, el mejor regalo. Gracias por una pintura tan creativa y por la poesía con gran desgarro.
Un abrazo sin prisas.
El tiempo es a la vez amigo y traidor. Y más amigo aún cuando se expande para que trabajas tus maravillosos dibujos y tus poemas. Un beso enorme, querido amigo.
Isakun, calcinado en mi propio olvido llego a contestar tu comentario, pleno, puesto que tuve que oír a Isaac Stern violinista de mis mas gratos momentos, para que me sirviera de escudo para este tiempo que no le veo mas que la tripa gorda y fétida. Así es el abarrote me digo y te digo; sin trofeos y con el consuelo de haber perdido los adjetivos placidos el domingo.
Espero que tu tiempo se atempere, porque mi tiempo se desbarranca entre dudas metódicas y suspiros laicos y esa, esa "intima tristeza reaccionaria" que López Velarde tan bien sabía.
Abrazos a tiempo de rumba trasnochada.
Sergio Astorga.
Silvia, me aferro a tu aplauso como si giraran delante de mi, danzantes dorados con voz de bosque, como si los centauros hubiesen dejado locura dentro de mi parietal izquierdo.
Un abrazo a tiempo de memoria.
Sergio Astorga
Marisa, tic tac tic tac es el mecanismo; tic tac es el mismo siempre; en mi cerebro suena como carne de concepto. Me sigue, lo sigo. No hay salida. Tica tac, te digo; me atrapa, te atrapa a pesar que son distintos nuestros tiempos.
Un abrazo para compartir el tic tac que nos recorre.
Sergio Astorga
Lola Mariné, he leído en tu tejado que ahora tienes todo el tiempo de tu tiempo, y que vuela raudo, violento distraído, que en todo Barcelona vaga. Así, de díscolo es su talante.
Buena suerte con tu tiempo ahora que tu pluma es minutero.
Abrazos con buen tiempo.
Sergio Astorga
Gemma, los bordes, los limites y el ritmo. Es un malabar de tiempos que tal vez tu encuentres la hebra.
Solo sé que no hay reloj que rechace al tiempo, ni belleza que no madure con él. También sé que ya no hay violadores de tiempo, tal vez nunca los hubo. He roto varios relojes, pero su mecanismo no para y el silencio que deja se dilapida pronto.
Desde el dolor del capricho acepto tu amparo, que consuela saber que compartimos tiempo.
Abrazos con tiempo.
Sergio Astorga
Oh, Maribel, la línea en negro tiene la virtud de la desnudez, del hueso, del terrón honesto y el anonimato del escándalo. Escándalo de espacio, me refiero.
Como sabes me gusta unir dos tiempos, el tiempo de la voz y el tiempo de la forma, en un mismo tiempo y sí, tienes razón, esta enfermedad no se alivia con el tiempo.
Un abrazo a pulso para evitar arritmias.
Sergio Astorga
Alicia, tienes la precisión de una relojera, has visto todas las modalidades. Cuando presente una exposición voy a pedirte que la presentes, que hay un ojo de halcón en tus miradas.
Dalí, me gustan algunos trabajos ya que es difícil saber cuales los hizo de su mano; me gusta su locura; es brillante, exótica; me gustan mas sus ideas que su pintura. Su Método Paranoico critico es alucinarte, hace tiempo lo leí pero, conservo su libérrima sensación de inteligencia.
En relación al texto es solo una bocanada de tiempo.
Un abrazo siempre agradecido por tus palabra y porque siempre me dejas pensando en eso que tu viste y que o no vi.
Sergio Astorga
Isabel, tus comentarios son como la fontana di Trevi: refrescan e ilusionan.
Que Saturno sea benigno con nosotros.
Un abrazo a tempo.
Sergio Astorga
Fuerza en las letras y en tu pulso con la tinta, magistral y soberbio, sabes que me encantan tus relojes.
Un abrazo a tiempo.
Espero que pronto pase esa "intima tristeza reaccionaria" que seguro que podemos achacar al tiempo por ejemplo...
Me encantan esos relojes llenos de esos esgrafiados que tanto me gustan y encima en tinta china...que me han llevado a descubrir en ellos más que el tiempo pasado y "por venir"... veo caras... veo una mujer recostada ...
Como bien dices Sergio... paciencia...todo a su tiempo.
Un fuerte abrazo
Triana, el agua y la costumbre de los recuerdos huecos, asi es la pulpa vital que nos ocupa.
Reclinado el tiempo nos contempla.
Un abrazo a la 12 en punto.
Sergio Astorga
Pizarr, violetas son las tardes en que apareces, y lo que sabes a solas ilumina el tiempo de tus chacras.
Rechina el tiempo en el pecho para que se críen las voluntades naturales del despierto.
Son inexorables los minutos, robustos, guapos y herméticos.
No hay flaqueza en él, lo sabemos todos, por eso un poco de tinta china para honrarlo.
Un abrazo siempre esperanzado en tu regreso.
Sergio Astorga
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