viernes, 15 de octubre de 2010

Tamal de dulce

Arropado del frío,
su masa se sonroja
cuando se deshoja.
Sergio Astorga
Mixta/papel.

8 comentarios:

Librería de Mujeres Canarias dijo...

¡Qué rico tamal envueltito! ¡Qué preciosa delicada ilustración de pies coquetos! ¡Qué bello haiku!

La preocupación me sigue.
Y me persigue.
Un abrazo arropado.
Izaskun

Alicia Uriarte dijo...

Sergio, ya en tiempos pasados nos contaste la receta de los tamales dulces. Si quieres cocinarlos para las ofrendas de las próximas fiestas del día de muertos, de comienzos de noviembre, tendrás que aplicarte el dicho de "El que cuida su maizal, come a tiempo su tamal".
En el Pais Vasco, lo más parecido que tenemos son los talos. Se hacen con harina de maiz. Tras hacer la masa se pone en forma de tortas circulares sobre una plancha. Se le va dando la vuelta y cuando ya esta lista se rellena con chorizo, bacón, morcilla o chistorra. No los conocemos en variedad dulce.

Un abrazo sabrosón.

María Eugenia Mendoza dijo...

Ese tamal sonrojado se me ha antojado.
Coincido con Izaskun, el poema es una delicia.
El comentario de Alicia me lleva a pensar en tlacoyos y otras preparaciones basadas en masa de maíz.
Curiosamente lo que hace que un tamal sea tamal es el envoltorio de hojas de maíz o de plátano, de manera que hay tamales de diversos rellenos sin masa.
Por otro lado, no sé cuánto tiempo tengas sin venir a la ciudad, pero desde hace algunos años circulan por toda la ciudad vendedores ambulantes que llevan en sus biciletas uno o dos botes con tamales, pero al estilo oaxaqueño (envueltos en hoja de plátano). Lo curioso es que a alguien se le ocurrió grabar el pregón (incluyo enlace) y ahora esa grabación es parte del paisaje sonoro urbano por las mañanas y las noches.
Te mando un calientito abrazo.

http://www.youtube.com/watch?v=AhhM2F2S8tk&feature=related

Helena dijo...

Ai Sergio e a Lolita que nao nos faz mais tamales...

Sou fa de tamales, curiosamente, apenas desde que viemos para Los Alamos. Mais uma delicia da comunidade Latina...

Em Portugal nao encontravamos as folhas de milho ou banana nem a farinha para a massa.

Um beijo "campechano". Escrevi bem?

Sergio Astorga dijo...

Izaskun, los tamales de dulce tienen pies y corretean por mi infancia con el pregón atorado todavía por las esquinas.

La preocupaciones hay que envolverlas en hojas de maíz o de maguey para arroparlas y que el frío no os recorra por los huesos.

Un abrazo a baño María.
Sergio Astorga

Sergio Astorga dijo...

Alicia, que estas hecha ya una experta, estamos a tiempo de preparar nuestro tamal.
Los talos son una verdadera comida fuerte, nunca los he comido y creo que en la fiesta de Sto. Tomás los coméis. ¿Tu los comes?

Un abrazo maicero.
Sergio Astorga

Sergio Astorga dijo...

María Eugenia, me abres el apetito que soy comedor absoluto de tlacoyos, tlayudas, picaditas, sopes. mixototes, pambazos, quesadillas, tamales de rajas, de piña, de pasas, de mole y soy experto en tamales oaxaqueños. Cuando era pequeño íbamos al mercado de Clavería a comprar atole de fresa y tamales oaxaqueños que eran superiores, los tamales de dulce, los mejores, los comprábamos en el atrio de la iglesia de Azcapotzalco. En Xochimilco unos tamales de elote de rechupete.

Tendré tres años de no ir a México, y los pregones del tambo de tamales y la bicicleta no me son extraños. He de decirte que como comenta Helena en el comentario siguiente, por acá en Los Álamos hay unos tamales de no malos bigotes, preparados por Lolita una mexicana que fruta vendía... ella es de Autlán de la Grana, Jalisco y, son buenísimos, cuando quieras vente a probarlos.
Gracias por el enlace.

Un abrazo con hoja doble.
Sergio Astorga

*no es por presumir pero el jaiku me agrada.

Sergio Astorga dijo...

Helena, hay que motivarla con unos coscorrones para que nos prepare unas dos docenas de tamales surtidos.
Me encanta que hayas entrado al afortunado y selecto grupo de los degustadores de tamales, que no todo envoltorio es digno de ser tamal.

Has escrito correctamente
"campechano" te has ganado una cena para dos personas, tu y yo, con dos tamilitos arropaditos y sonrojados.

Un campechano abrazo, es decir mixturado.
Sergio Astorga