El agua estaba tan fría que le recordó su infancia. Fueron entonces paraísos las alturas; las tierras yermas.
Del agua acérrima sólo queda el canto y todos esos hombres que la persiguen sin alcanzarla.
El agua estaba tan fría que le recordó su infancia. Fueron entonces paraísos las alturas; las tierras yermas.
Del agua acérrima sólo queda el canto y todos esos hombres que la persiguen sin alcanzarla.
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