De pie, en la estación del metro, la cara de la realidad se extiende lacia. Nunca es la misma aunque lo parezca. Brilla con el metal, los reflejos se anulan, la luz pasa por los huecos. Contra el aire se afila, se hace visible. Me detengo y lo descubro. Con su escafandra sin rostro vigila el paso de los apresurados hombres y mujeres que abordan el metro. En su cuerpo depositan colillas de cigarro y papeles, sin saber que son vigilados por un ser metálico. Sin edad, el día salta y se monta un escenario.
La realidad es un espacio hendido. Quien entra en él, nunca sale ileso.
A veces, al decir la realidad conseguimos realizarla.
Fotografía:Estación del Metro Lapa, Porto Portugal.
*Lixo recipiente en el cual se vierte la basura. *Detritos
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