sábado, 29 de noviembre de 2008

Los nombres que vibraron


Miré que el viento
rompió el penacho verde
de la espera
y tocó la puerta el mar azul.
Así aprendía a leer.

¿Qué sería de mi sin la espada
enredada en junio, lo sabes?

Toda casa tiene
un guerrero protector
y un reloj colgado
y un canto que olvidar,
por eso hoy te escribo.

Aviento la red de mañana
para atrapar al pez dorado,
si te asomas,
si te asombras,
lo verás cabalgando.

Es cosa hecha
el suspiro que conversa
y la gana de decir:
que tengas la espera sabrosa
y el calor amado del día,
y el oro
y la plata
y el sueño ligero,
siempre ligero.

Déjame los tiempos quemados,
las llamas viejas,
el sonido vacío
de los nombres que vibraron.
Sergio Astorga

14 comentarios:

Miriam Jerade dijo...

Me gusta mucho el poema, me hace reflexionar en cómo se aprende a leer en tiempos quemados. La acuarela es maravillosa. Saludos (aún desde el defectuoso).

Marisa Peña dijo...

La estrofa final es maravillosa...Rotunda, fuerte. Me parece escuchar, como un eco lejano, los nombres que vibraron. Un placer leerte.

Lola Mariné dijo...

Llego hasta aquí desde el blog de Maribel "Ocurrió en Febrero".
Me ha gustado mucho tu poema y tambien las pinturas.
Seguiré visitándote.

Sergio Astorga dijo...

Miriam, los tiempos se queman para reaparecer con otra carátula, creo que tu estas en una de esas feces, avivar la hogera con nuevas llamas.
Buen viaje.
Un abrazo desde la nieve de los Álamos.
Sergio Astorga

Sergio Astorga dijo...

Marisa, que el eco percuta todo el día.
Gracias por ser antojadiza.
Un abrazo ondular.
Sergio Astorga

Sergio Astorga dijo...

Lola Mariné, gracias por viajar desde los mares de Maribel a los resbaladízos antojos.
Eres bienvenida siempre que se te antoje.
Un abrazo de noviembre que de vuelta hasta febrero.
Sergio Astorga

Maribel Romero dijo...

Bellísimo poema, como siempre, coincido con Marisa en la profundidad de la última estrofa. Y yo, que sueño con los azules, hoy no me importa pasarme a los colores cálidos. Hermosa acuarela.
Un abrazo con mucho mar.

Librería de Mujeres Canarias dijo...

Despalabrada y readmirada. Precioso rey con fantástico poema.
Abrazo reverencial.
Izaskun

Sergio Astorga dijo...

Maribel,bien hallada entre ocres, castaños y amarillos.
Que los ecos cálidos lleguen a tus olejes.
Un abrazo de sepia vestido.
Sergio Astorga

Sergio Astorga dijo...

Izaskun, redimido por tus palabras
se desparraman los colores por la capa del rey, y de sus arabescos ojos, nacerán los edictos del silencio, en naranjas y colorados
como si fueran verdad.
Un abrazo cortesano.
Sergio Astorga

Anónimo dijo...

Quiero asombrarme y ver cabalgando a ese pez dorado y tener siempre avivados los rescoldos de los tiempos quemados.

Utilizo palabras ya dichas aquí, fuerte, rotundo, y poderoso Sergio.

Tengo que darte las gracias por regalarnos esta nueva joya imperdible.

Me robo la acuarela para mi album.

Un abrazo tejido con "ayeres"

Triana

Sergio Astorga dijo...

Triana, parece que los "ayeres" los traemos todos en la garganta,y cabalgamos en la grupa del tiempo y esperamos que el guerrero se enfrente valeroso al desencanto.
Un abrazo antes que acabe noviembre.
Sergio Astorga

Casimiro Femat dijo...

Sergio, nada me queda por decir después de leer (iba a escribir oir) a tus lectores, me parece que las palabras te salen facilmente, pero creo que más bien tienes una excelente relación con ellas y con la imagen.

Fue agradable leer tu poema, al seguirte la pista desde el blog de MAGDA DÍAZ MORALES.

Y, como dicen en las películas de maleantes y heroes, volveré.

Sergio Astorga dijo...

Casimiro Femat, tocas un punto interesante "tener buena relación" es estar en medio, muchas veces afligido por saber que quiere cada una de ella y, son tan amigas la palabra y la imágen, que a veces, me dejan hacer lo que quiero.
Me honra que vengas de Magda y sus apostillas, por cierto ya leíste su calavera, está en el mes de noviembre.
Como dicen en las películas de gangsters "no tardes"
Un abrazo
Sergio Astorga