CURSO VIRTUAL DE REDACCIÓN Y ESTILO: empezamos el 27 de enero
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A finales de enero, voy a impartir una nueva edición del curso de *Redacción
y estilo en la escuela de escritura del Ateneo de Barcelona*, destinado a
trab...
Hace 30 minutos.
14 comentarios:
¡Mayo ya! ¡Como pasa el tiempo! Si ya casi estamos a mitad del año.
¿Estás en Viena?
Mayo, magayo y el mes de los ga(ll)os. No conozco Viena, aún, pero tu pintura me abre puertas espléndidas. Ser ahogada por la mano de Egon me parece privilegio, y el acorde en Re me Favorece. Que es este mi mes que cansada empiezo. Pero es.
Un fuerte fuerte abrazo.
Excelente paseo por el mundo con tu calendario. Muy, muy bonita esta pintura musical. No conozco Viena pero si Salzburgo.
Bienvenido mayo con su música y sus flores.
Un abrazo de mes cinco.
Voy poniendo música:
http://www.goear.com/listen/e7fda4b/mozart---piano-sonata-no.-15-in-c-major,-k.-545-mozart
Sergio, no me extraña que "El invierno" te tenga embrujado tal como indicas en el texto que acompaña a este nuevo mes. Siempre miro tus cuadros con el zoom al máximo. Esta vez he encontrado en un rinconcito de Viena una gran cantidad de nieve. Creo que la has puesto a propósito sabiendo que yo era la única capaz de encontrarla:
http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/b/b4/Pieter_Bruegel_d._%C3%84._106.jpg
El cuadro de Pieter Bruegel es muy bello. Tiene una profundidad y un detalle muy logrados. Es una de sus obras representativas donde aparecen los campesinos y los cazadores que tantas veces pintó. Dicen que fue el primer artista que hizo que el paisaje en si mismo fuera el protagonista de un cuadro. Gracias por traerme este delicioso mes de abril con esa frescura. Nieve en estado puro.
Besarkadatxu bat
Hermosísimo calendario-canto para una ciudad que se antoja maravillosa para saborear con todos los sentidos.
Disfrútala, ya escucharemos sus ecos en tus imágenes y palabras.
Va un abrazo hasta donde estés.
Lola Mariné, el tiempo pasa, se escurre, discurre, derrama, es inevitable y montados en él andamos.
Mentalmente estoy en Viena, tengo gratísimos recuerdos, pero sigo aquí en la montaña de los Álamos, que para mi sorpresa ayer estuvo un viento cortante como cuchillo de obsidiana y agua nieve como lluvia.
Abrazos mentalizados.
Sergio Astorga
Izaskun, gustarías de Viena, si olvidamos un poco, solo un poco, a Mozart, Hayden, Beethoven, Schubert, el siglo XIX no se concibe sin Viena, Freud, El Circulo de Viene en la filosofía, el Jugendstil.
No sabes la emoción de ver a Egon, cuando joven había visto una exposición amplísima de sus dibujos en México, no así su pintura. Sabes que flaqueo por esos dibujos.
Visitar el Albertina también es fantástico, pudimos ver una magna exposición de Picasso, los últimos años como pintor, reveladora.
La exposición homenaje a Herman Hesse autor muy leído por este charro, en el Leopold.
Y el museo de Historia, tiene todo Egipto, me preguntaba si valía la pena ir al Cairo, tienen todo, en verdad todo. Un verdadero Imperio.
Brughel, Vermer, Velásquez, Rubens, Durero, todo. No se si la vida cotidiana sea de diván, harto difícil será.
Si te sientes cansada puedes acompañar tus desmayos con la sinfonía n.º 35, Haffner .
Mayo también es del desmayo, de color de guacamayo y de las abdicaciones del rayo y no me mires de soslayo.
Un ensayo de abrazo de caballo bayo.
Sergio Astorga
Maribel, no fuimos a Salzburgo, una pena muy apenada tal vez para la próxima era, de como están las cosas.
Es un calendario paseador, de aquí, de allá y mas allá.
Que venga mayo que ya no bebimos abril.
Abrazos mayestáticos.
Sergio Astorga
Alicia, seria una fina escarcha de nieve de oro, hay muchos dorados en el Art noveu, Klimt sobre todo y en los templos (retablos góticos).
Tu mirada atenta vuelve a "campeonar".
La descripción del cuadro de Brughel es la justa, la atmosfera es lo que mas impresiona de ese cuado que no es muy grande pero es grandioso.
Abrazos de clavecín.
Sergio Astorga
María Eugenia, estoy donde estuve y me gustaría a veces estar si estuviera. Tan complicado es el ser y el estar que el calendario señala los encuentros y desencuentros.
Caminar una ciudad es amarla o aborrecerla tan se nos parecen que asusta.
Un abrazo desde los Álamos, donde zumba el viento como agua.
Sergio Astorga
Qué mes de mayo tan hermoso, querido amigo. Con tus imágenes no hace faltan que florezcan los geranios... Un abrazo muy fuerte.
Taaarde, llego tarde como siempre, pero llego.
Viena. Ha tocado Vd. una de mis puntos más flacos.
Recuerdos de la Secesion y el friso de Klimt dedicado a Beethoven y pasear por la Ringstrasse y visitar las tabernas donde se emborrachaba el sordo... Y los tranvías que suben a Grinzing para beber el vino nuevo en los Heurige...
Y recuerdos de un amigo, Reinhold, que resultó no serlo tanto y me dejó tirada y sola en una ciudad desconocida y ventosa aun siendo septiembre. Y llorar a solas delante del monumento fúnebre labrado por Canova mientras sonaba la Misa Solemne de don Ludwig.
Contradicciones de un lugar hermoso y duro a partes iguales y que sólo se vuelve amable del todo (al menos para mí) cuando lo contemplas desde las alturas: desde el Kahlenberg, la torre de la Pummerin o la noria del Prater. Cuando lo tienes a tienes a tus pies y puedes abarcarlo con la mirada.
Curiosamente, el cementerio central me pareció tan bello y tan sereno el recinto de las tumbas de los músicos...
A mí me fascinó La Torre de Babel, también de Brueghel.
¿Me da Vd. permiso don Sergio para robarle su mayo vienés y colgarlo en mi blog?
Un abrazo de tarta Sacher respirando chocolate negro y mermelada por todas partes.
Isabel, que los geranios nazcan y florezcan para que los mire y puede en un acto de rapiña que darme algunos aromas delicados.
Veremos si mayo nos recrea la retina.
Abrazos recién abiertos.
Sergio Astorga
Bajo los efluvios cristalinos de la sonata no.11 k331 Alla Turca de Mozart, tardando, con el gerundio acuestas le respondo. Un privilegio que lleve a su castillo este cuasi gobelino de mayo salido en un rapto de recuerdo.
Lamento que su estancia en Viena haya sido como la rosa: perfumada y espinosa. Por lo que cuenta, parece que fueron varios o muchos días los caminados por Viena y que le fueron suficientes para entablar un idilio, inevitable en tan imperial ciudad. Tal vez pudo mitigar sus penas con el Sachertorte y un café, sino fue así, ahora le puedo sugerir una tacita de infusión de pasiflora para que su nervios no se crispen a lo Oskar Kokoschska, tan apreciado en esos lares.
Nosotros estuvimos en un hotel simpático en la habitación no.13, inconcebible para los vieneses habitar en ese número, a un paso de Stephanspltz por la cual camine durante cinco días solamente.
Ubicado en Karlsplaz le envío un abrazo vienés.
Sergio Astorga
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