se ahoga el puerto de las barcas.
Tapiz de lumbre lúgubre zodiaco.
Estallan horas en la piedra,
lápida del tiempo, órbita plana.
lápida del tiempo, órbita plana.
Es esta sal que todo lo delata,
árbol de la misma fruta,
agua de la misma lluvia.
árbol de la misma fruta,
agua de la misma lluvia.
La virtud se marchita.
Yo me opongo.
Yo me opongo.
Sergio Astorga
Tinta /papel 20 x 30 cm
20 comentarios:
Me sumo a tu oposición, querido amigo, para que la sal retorne a ser fiel conservadora, el árbol paraíso y el agua vida. Que sin posición,la virtud, se marchita.
Un abrazo opositor,
Izaskun
"Sin oposición la virtud se marchita": cuántas verdades caben en tu verso.
Opongámonos pues, que la virtud se demuestra andando.
Un beso grande
Yo también, como mi querida Izaskun, me sumo a tu oposición...Un beso grande
Contundentes versos, que destilan verdades como puños.
Yo también me opongo, siempre hay que oponerse para imponerse. Verdades rotundas.
Un abrazo de viernes.
Y sí, Sergio, también creo que la oposición conduce al no-tiempo-espacio. El neti-neti de Shankaracharya, "esto no, esto no" y aparece lo que Es.
Abrazo,
Alejandro
Querido Sergio:
Hay que oponerse a tantas cosas, pero no a tu propuesta.
Va un abrazo de total acuerdo.
Tendría tanto a que oponerme mi querido amigo, que me faltarían letras y papel para expresarlo.
Estan volviendo mis mejores tiempos de rebelde con causa a mis adentros.
Atravesamos momentos complicados en el país, en el trabajo, que en mi caso aumenta, aunque disminuya el sueldo y en la vida en general
Me reconcilia recorrer tus pinturas que son un toque inmenso de creatividad y de frescura frente a lo que los tiempos nos deparan
Por cierto... ¿estas en Oporto? me perdi contigo...
Y que decirte de ese Mayo en el que hablas de la Albertina, cuya muestra tuve la suerte de disfrutar en el Guggenheim, de Schiele y de Bruegel y de esa manera de definir Viena, como un acorde que no termina... bellísimo...
Como siempre que te visito me voy pletórica y satisfeha d ehaberlo hecho
Un abrazo inmenso Sergio
Me opongo al olvido y al tiempo.
Batalla titánica a la que vence el silencio.
besos
Sergio, yo me opongo a la montonía y me mimetizo con los protagonistas de tu pintura que, vestidos de gala, pareciese que fuesen a romperla a ritmo de un precioso y delicado baile de salón.
Un abrazo.
Izaskun, después de un zafarrancho burocrático, necesario para seguir con aire, regreso brioso como un aguardentoso para decirte que oponer es disponer de argumentos, que ya es ventaja para iniciar un intercambio.
La virtud, palabra que espanta, pero que indispensable como hábito.
Abrazos oponentes concordantes.
Sergio Astorga
Gemma, andamos que es gerundio o geranio, que Gervasio apura la lozanía para no marchitar su día.
Abrazo marchante que no gerundio.
Sergio Astorga
Marisa, sumemos opositores que ya dudo de los militantes, claro, opositores a la vulgaridad.
Abrazo antagónico y fresco.
Sergio Astorga
Araceli, el pasado que nos espera tiene como posibilidad un puñado o puñito de verdad que destile la hora en minutos claros.
Abrazo rotundo.
Sergio Astorga
Maribel, del viernes al martes me ha durado el abrazo, a eso no me opongo, me apunto y a regar con veracidad la tierra feraz de la virtud.
Abrazo triplex.
Sergio Astorga
Alejandro, en la introspección necesaria a nuestras fontanas, senotes, o calabozos, el desencanto promueve la oposición.
Por desgracia soy creyente de Ometéotl el dios dual y a la vez uno. Y la iluminación me es ajena como totalidad, necesito los opuestos para sentir que trasciendo la carne.
Por lo que es, un abrazo.
Sergio Astorga
María Eugenia, comencemos por las mas cercanas, las que parecen intrascendentes, son las que fortalecen la posible virtud.
Por lo pronto propongo un abrazo.
Sergio Astorga
Pizarr, que ya he ido de tu mano a Praga y por nuestra venida a Los Álamos en New México, no pudimos visitar Praga, había un congreso de termodinámica al que íbamos a ir, yo por supuesto a caminar por la ciudad. Seguimos en la placida montaña y espero que por un tiempo largo.
Que el mundo se cae a pedazos, no es novedad, pero ahora el desencanto es global. Te digo que, habitante de estas tierras por mas tiempo que en Europa (solo cinco años) veíamos desde México, el gran contrapeso al Imperio en la Comunidad Europea, sus logros económicos y sobre todo en la política social que hoy esta a punto de derrumbarse, otro sueños que se tuerce. Mi situación mejor no te la platico para evitar cosquilleos en los párpados.
Tuvimos la oportunidad de ir dos veces a Viena y la sensación que me ha dejado es tan placentera como irreal. Es inevitable, no crees?
No te pierdas, aquí en la avenida de la forma, esquina con la palabrería tienes al Antojo esperándote.
Un abrazo rebelde, encopetado y con causalidad.
Sergio Astorga
Gárgola, las batallas con los titanes siempre nos depararan en la victoria el control de las furias naturales, me encanta ese batallar.
Me opongo al tiempo aunque sea mi aliado. Al olvido mejor lo olvido aunque sé que él no puede olvidarme.
Abrazos en la batalla.
Sergio Astorga
Alicia, la monotonía me aterra pero, la metonimia me encanta y la mímica me enloquece, así que estos personajes de etiqueta que se aprestan a ir al baile de los caireles agónicos te invitan a seguir oponiéndote a lo que te incomode.
Un abrazo mimetizado a compás.
Sergio Astorga
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