Con tanta conífera formada
ya los verdes se atragantan verticales.
Los líquenes se adhieren:
músculos madrugadores en la tundra,
y un sol de cráneo grande
duplica todo el día el mismo canto.
Laponia ábrese paso a la carrera
y es dueña del Reno y de la agua
que corre entumecida.
También es dueña de humo
que sube como un tallo,
desnudo, lento y con frío.
No muy lejos el fósil enterrado
y la osamenta del glaciar
del cuaternario.
Aquí en Saariselkä,
un lunes de junio,
se dilatan suspiros polares
por minuto y se sufre
un cansancio cartesiano en la mirada.
Sergio Astorga
ya los verdes se atragantan verticales.
Los líquenes se adhieren:
músculos madrugadores en la tundra,
y un sol de cráneo grande
duplica todo el día el mismo canto.
Laponia ábrese paso a la carrera
y es dueña del Reno y de la agua
que corre entumecida.
También es dueña de humo
que sube como un tallo,
desnudo, lento y con frío.
No muy lejos el fósil enterrado
y la osamenta del glaciar
del cuaternario.
Aquí en Saariselkä,
un lunes de junio,
se dilatan suspiros polares
por minuto y se sufre
un cansancio cartesiano en la mirada.
Sergio Astorga
Tinta China/papel
8 comentarios:
Debe ser terible sufrir un cansancio cartesiano. Menos mal que sus curvas le ofrecen, siempre, descanso.
Un abrazo caótico.
Espero que el cansancio cartesiano de la la mirada sea transitorio...
Lo de dilatar suspiros polares ya me gusta más. ;-)
Besos, Sergio
Ya veo que seguimos disfrutando de Laponia, lo cual no deja de ser un lujo desde este punto geográfico.
Creo que perderse por Saariselkä tampoco estaría mal.
Un abrazo sami.
Sergio, siguiendo la hoja de ruta estamos en la zona más septentrional. Nos ha guiado el rastro del humo, que sube como un tallo, desnudo, lento y con frío. Aquí una cena al más estilo lapón, sentados en círculo alrededor de la fogata mientras esperamos ver el “sol de medianoche”. Esa visión seguro que mitigará el cansancio cartesiano en la mirada.
Muy acertado el trío en tu pintura. La energía del sol alimenta a las coniferas y estas ofrecen sus ramas bajas a los renos. El ser humano
degusta la carne de reno mientras espera la aparición del sol. Sergio, como ves se cierra el círculo
Un suspiro polar.
Izaskun, no sé si el cansancio existencial sea menos grave. Entre el existo y luego pienso, al pienso. luego existo se desarma la contemplación del mundo.
Las curvatura tiene la ventaja que puede morderse la cola y cerrar el circuito y eso nos suena a equilibrio.
Un abrazo después del susto del estreno.
Sergio Astorga
Gemma, la ventaja de los suspiros polares es que son menos fogosos y se pueden confundir con un estado de inspiración-exploración- expectoración. Estado ideal para encontrar un malabar suspendido en la tundra.
Un abrazo polar.
Sergio Astorga
Maribel, aprovecho el calendario para sacar el material que tenia de Laponia, fue hace ya dos años, con la venida aquí a Los Álamos se me había quedado rezagado como tantos otros.
No estaría mal, Saariselkä es un lugar para los deportes de invierno de primera, los que saben de esto así lo señalan.
Un abrazo simi lar.
Sergio Astorga
Alicia, siguiendo la ruta, el sol de media noche será el próximo lunes, Y el próximo viernes habrá otros versitos para terminar tal vez el ciclo de Laponia.
Puedo decirte que la comida es en verdad suculenta, será tal vez porque en el restaurante de Saariselkä tiene un chef de primera, el salmón y la carne de reno, así como las sopas y las ensaladas (era bufete) fueron de rechupete.
El problema con estas sociedades balcánicas es el alto consumo de alcohol, el índice es altísimo.
Hay muchos detalles que quedarán guardados, tendría que hacer una especie de crónica de viaje pero...
Abrazos árticos
Sergio Astorga
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