Juegan en la ciudad, en sus calles, en sus parques y en sus edificios, no saben que poco a poco les crecerán los miedos en cada una de sus uñas y todo la futilidad les dará vuelta en una órbita elíptica. Alguien les dice que hay un punto de fuga en el horizonte. Ellos lo buscan, revisan libros y fórmulas, pero descubren que la belleza no tiene sus lados iguales, por eso rayan paredes para tener algún sentido. Para pasar ese trence adulto que orienta el tiempo.
SANTA POLA
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Hemos perdido la capacidad de no hacer nada y de deleitarnos con la simple
observación. Las vacaciones se han convertido en un estresante periodo de
mal...
Hace 2 días.
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