Hermano 1 - ¿Qué haces aquí?
Hermano 2 – Vengo… digo. Voy a tu casa.
Hermano 1 – Te invito un café. Mi mujer no esta en casa y
yo no voy a hacer la comida.
Hermano 2 – Sí esta.. Digo ¿no esta? Hoy es martes y
nunca sale.
Hermano 1 - ¿Cómo?
Hermano 2 – Olvídalo
Hermano1 – Pasa… sentémonos al fondo. Vino por favor y
algo para picar. ¿Esta bien o quieres comer otra cosa?
Hombre 2 – Esta bien para mi.
Hermano1 - ¿Qué te pasa? Te veo desencajado. ¿Tienes
problemas con mi cuñada? ¿Con tus hijos? ¿Con el trabajo?
Hermano 2 – No. todo corre bien. Los niños y Naty como siempre.
El trabajo optimo.
Hermano 1 – Gracias. Deje la botella. Entonces, ¿cual es
el problema?
Hermano 2 – ¿Cómo te digo? Soy un puerco.
Hermano 1 – Somos. No vamos a competir ¿o si?
Hermano 2 – Hace
dos años que me acuesto con tu mujer.
Hermano 1 - ¿Qué?
Hermano 2 - Discúlpame. Ella me provoca y…yo soy hombre.
Hermano 1 – Por dos años me ha visto la cara. ¡Desgraciada! ¡Coscolina! Pero esta mano la va a probar. ¡Buscona!.
De veras que uno no puede confiar. ¡Todas son iguales!
Hermana 2 –Calma.
Hermano 1 - ¡Imagina, dos años! La muy zorra.
Hermano 2 – ¿No estas molesto conmigo?
Hermano1 - ¡Eres un Cabrón! No te basto la Ilse, mira que era un fuego. Yo
te la presenté. Hoy ya no me liga.
Hermano 2 –Discúlpame hermano. Si te miro así, no me meto
con la Ilse.
Hermano 1 - ¿Quién mas sabe que te acuestas con mi mujer?
Hermano 2 – Nuestra madre y…
Hermano 1 -¿Qué dijo?
Hermano 2 -Que todo queda en familia.
Hermano 1 – ¿Lo sabe tu mujer?
Hermano 2 – Si. Sólo me faltaba decirte a ti. Me conoces,
yo siempre con la verdad por delante.
Hermano 1 – Estoy pensando…
Hermano 2 – ¿No pensarás divorciarte?
Hermano 1 Ni pensarlo. Yo preciso de mi mujer. Quién me
cuida a los hijos.. Mi ropa... la comida…y tu sabes, la mujer es como un
portaviones a donde uno llega. ¿Me entiendes?
Hermano 2 -Totalmente de acuerdo. Hay que usar el cuerpo
que para eso esta.
Hermano 1 – Dices que ya lo sabe Naty, ¿se enojó?
Hermano 2 – ¿Importa?
Hermano 1 -Estaba pensando que… bueno, que tu mujer tiene lo suyo.
Hermano 2 – ¿Un cuarteto? Así todos ganamos. No lo había
visto desde esa perspectiva.
Hermano 1 -Que te parece el jueves.
Hermano 2 – Para luego es tarde. ¿Y a los hijos dónde los
dejamos?
Hermano 1 – Yo me encargo.
Hermano 2 – ¿Nos vemos en tu casa o en la mía?
Hermano 1 – En la tuya.
Hermano 2 – Fantástico, así podemos jugar después Bridge.
Hermano1 – Ni una palabra de esto. Tenemos que guardar el
secreto. Que van a decir las personas si se enteran.
Hermano 2 - ¡Eres lo máximo! Hasta el jueves.
Hermano 1 – Mesero. Tráigame la cuenta.
Sergio Astorga
Tinta/papel
4 comentarios:
Estos hermanos que al final han llegado a un entendimiento, con su diálogo dicen más de lo que cuentan. Es normal que se entendieran, los dos cortados con las mismas tijeras, y con el machismo más primario como estandarte. Pero les has puesto su gracia.
Un abrazo.
Sergio, me traés dos recuerdos. Primero, el cuento de Borges sobre los hermanos que comparten la misma mujer, dramático realmente, con película y todo. Segundo, he leído en la National Geographic y he posteado sobre un caso de siameses. No he de decir que compartían mujeres, pero sí la cama. La historia termina en que compran otra casa, al lado. Entonces para evitar rencillas, viven una semana en una casa, otra en la casa vecina. Sus descendientes cuentan la historia, de todos ellos, hay dos hermanos siameses que viven en la actualidad. Me gustan tus edificios del post anterior :) Un beso,
Maribel tu comentario es inmejorable. Lo suscribo.
Estas cosas de familia me permiten bucear. Y espérate que todavía falta.
Un gusto siempre tus comentarios.
Abrazo sin hermanos.
Myriam, me gusta tu enfoque antropológico. Algunas relaciones no rebasan los instintos mas elementales. Interesante que el impulso biológico es la reproducción. Aquí en estas cosas de familia, la perversión de un machismo decadente hace la diferencia. En el texto de la misma serie Cosas de Famita, el texto De Mentiras lo mira desde otro ángulo.
La adaptación o sumisión del ser humano es mayúscula. La realidad siempre es más brutal.
Abrazos nobles.
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