Se asienta apenas en la mesa,
se aferra la melancolía en occidente.
La fuga no basta para dejar de salir.
Cuídate de ti mismo,
cuídate de la víctima gratuita;
del que devora el pan sin agua.
Cuídate del futuro,
de arrancar la flor antes de tiempo.
Alumbra el amarillo rostro
estornuda
duda de lo que se escucha.
En la paz foránea
una oreja pegada a la tabla.
La flor presume de tan sola.
Antes del cafe la tarde cabecea.
Fotografía: mesa na Rua José Falcão, Porto, Portugal.
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