Él tiene una disposición a la resistencia. Su médula es la lógica de picar. Allí o allá se multiplican sin empacho sus correría por tierra plana o empinada. Por menos, dicen, Van Gogh se cortó una oreja y Gregorio Samsa, dejó de mirarse en los espejos.
Le dicen:
- Oye, Pathos, ven.
Él, usando todo su ethos contesta que es Pato no Pathos, aunque la H es muda el sentido cambia. Losé porque he picado de todo.
- Déjate de florituras y acércate que se nos antoja caldo.
- Ni creas que me torcerás el pescuezo. Prefiero el exilio.
Desde entonces vaguea, asoma el pico con terror. Con talante epicúreo, se contornea con su ethos aprendido reforzado por los malos ratos.
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